Este año, el evento tuvo un factor diferenciador significativo; por primera vez, se catalogó oficialmente como el European Sandboarding Championship, gracias a una colaboración con la organización suiza InterSands, que promueve y desarrolla el sandboarding y sandskiing en Latinoamérica principalmente. Esta alianza atrajo a riders de Sudamérica, con representación notable de Perú y Chile.
Más allá del aspecto competitivo, el evento destacó por el entusiasmo de una comunidad que se reúne con el espíritu de unas vacaciones en familia, buscando diversión y camaradería. Sin embargo, el espíritu competitivo estuvo presente, con muchos participantes ansiosos por alcanzar los primeros lugares en sus respectivas categorías.